Ritual Celta – Casamientos en Galicia

Encontré esta nota publicada en el diario «La voz de Galicia», sobre el rito que se celebra en los casamientos Cetas. Es muy interesan para quien lo quiera llevar a cabo, tiene mucho simbolismo.

La localidad lucense de Bretoña, que celebró el Lugnasad, fue el escenario de los enlaces de doce parejas sustituyeron el altar y la vicaría por la Pena dos Namorados.

Doce y media de la madrugada. El coto da Auruxeira, en la localidad lucense de Bretoña, es un hervidero de gente. Un viaje en el tiempo de más de 2.500 años permite contemplar en riguroso directo a los miembros de las tribus celtas que se reúnen para celebrar el Lugnasad, la fiesta que anuncia la llegada del verano.

Celanova, Sarria o Narón son algunos de los lugares de procedencia de guerreros, meigas y druidas. Pero el protagonismo en esta noche mágica recae en doce parejas que van a contraer matrimonio siguiendo el ritual celta. El grupo inicia la marcha en medio de una gran expectación. Las meigas guían con sus velas a la comitiva hasta la Pena dos Namorados. Allí espera Aneiros dos Ártabros, el druida mayor del Reino de Galicia. Comienza la ceremonia.

Las parejas unen sus manos a través del orificio existente en la Pedra dos Namorados. Este acto sirve para confirmar ante la naturaleza su voluntad de compromiso en función de su conciencia y no de una firma en un papel. Después de recibir la bendición del druida y de darse el correspondiente beso, momento preferido por el público asistente a juzgar por los aplausos -hay cosas que no cambian ni en 2.500 años- los esposos se intercambian una corona de laurel como regalo. Se ve que lo de las listas de boda es un fenómeno contemporáneo. Sergio es un veterano en esto de los enlaces celtas: acaba de renovar por segundo año su matrimonio con Maruxa. «O primeiro ano asusteime un pouco porque había moita xente seguindo a cerimonia. Daquela eramos só catro parellas, agora xa somos doce e pasamos máis desapercibidos», asegura. Iria, hermana de Sergio, también ha elegido el Lugnasad de Bretoña para casarse con Moisés. El de Iria es un caso simpático: tras casarse por el juzgado, prefiere renovar sus votos en el Lugnasad antes que en la iglesia.

Cuando termina la ceremonia, la comitiva se desplaza a la zona superior de la carballeira, donde los recién casados beberán la queimada que purificará su alma. Aneiros de Ártabros administra la poción indicando la ración que se debe tomar. «Unha taza é para sanos, dúas para prudentes e tres para inconscientes; así que tomade dúas e media para non perdervos nada do que pase», aconseja. Un grito para ahuyentar a las meigas malas pone punto final a esta ceremonia. El Lugnasad no hizo más que empezar.

Irlanda, mientras leen les estoy haciendo llegar estrellitas de protección y amor!

Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/

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