La foto que antecede, fue tomada por mi querida hija del alma mexicana Alba.
Esta es una leyenda extensa, de la Patagonia de mi querido País Argentina. Por lo cual le tengo que poner suspenso. Serán tres entregas, disfrútenla!!.
Cuenta la historia que había una vez un gran guerrero, valiente y fuerte como pocos que se llamaba Copahue.La gente de la tribu de Copahue se había instalado en la zona norte de la provincia de Neuquén, cerca de la Cordillera de los Andes, y hacía allí se dirigía el gran guerrero junto con sus compañeros, venían desde el otro lado de la Cordillera del Viento, volvían de un viaje a Chile.A pesar de que todos eran muy fuertes y estaban acostumbrados porque habían hecho ese mismo camino muchas veces, el viento que soplaba les estaba dificultando la travesía.
Copahue asentaba bien cada uno de sus pies en el terreno y avanzaba con la cabeza gacha y los ojos entrecerrados. Sus guerreros hacían lo mismo pero alguno que otro trastabillaba y caía.El viento comenzó a hacerse cada vez más fuerte y luego se unió con la lluvia. La tormenta desencadenó toda su furia. La cordillera entera comenzó a temblar y grandes rocas caían por las laderas arrastrando a quien se encontrara a su paso.El frío se hizo presente y comenzó a entumecer los miembros agarrotados de la expedición, lo que hacía aún más dificultosa la marcha. De pronto se escuchó un gran rugido y una avalancha de piedra y tierra cayó en medio del grupo.Cuando Copahue abrió los ojos, vio que estaba solo. La tormenta ya había cesado y el rojizo sol de la tarde apenas alumbraba por arriba de las cimas de los cerros de la cordillera. Se puso de pie y comenzó a caminar sin sentido, pues los golpes lo habían desorientado. De pronto vio que sobre la ladera de un cerro había un toldo y de éste se escapa el resplandor de un fuego.Caminó directo hacia allí lo más rápido que pudo, pero las lastimaduras lo obligaron a detenerse algunas veces para recobrar el aliento y aguantar el dolor.
Cuando por fin llegó, abrió el cuero que servía de puerta y allí vio a una joven hermosa, la mujer más bella que jamás había visto en toda su vida.
—Puedes pasar Copahue.
El hombre entró sabiendo que se hallaba ante un ser mágico: un hada.
—Mi nombre es Pirepillán y no te preocupes por tus heridas porque las atenderé.
Copahue se dejó guiar por la muchacha que pronto le examinó las heridas, lo lavó y le colocó diversas hierbas y ungüentos. También le dio de beber una infusión con hierbas curativas y pronto se quedó dormido.
Cuando despertó ella estaba a su lado, mirándolo con una sonrisa.
—Ahora recuerdo quién eres, alguna vez te han llamado el Hada de la Nieve.
—Muchos nombres tengo, para ti seré Pirepillán.
El guerrero asintió y al moverse se dio cuenta que sus heridas ya no estaban.
—Ahora debes irte, pero antes de hacerlo debo decirte que llegarás a ser muy grande, el más poderoso de tu pueblo… pero también te diré que eso te costará la vida.
Copahue agradeció el mensaje y las atenciones recibidas, luego la saludó y partió.A poco tiempo de llegar, fue elegido como el nuevo lonko (jefe) de la tribu y dirigió muchas batallas de las que siempre salió victorioso.
Muchas tribus que lo consideraban invencible eligieron unírsele antes que enfrentarlo y la fama de Copahue trascendió de boca en boca.
Pero a pesar de todas sus victorias, el corazón de Copahue estaba acongojado porque después de haber conocido al hada Pirepillán, ninguna otra mujer podía satisfacerlo. Amaba algo que no podía alcanzar y ese deseo incumplido le quitaba el sueño por las noches…
Irlanda, mientras leen les estoy haciendo llegar estrellitas de protección y amor!
Fuente: http://www.imaginaria.com.ar/18/4/cuentos-patagonicos.htm
Recopilación y adaptación de Máximo Damián Morales.
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septiembre 6, 2008 a las 10:29 am
Nos encanta recibir mensajitos mágicos, que tengan un finde muy especial 😉
Hola Nimue, se que cada país tiene su propia mágia. No me cabe la menor duda, que estos seres tan bellos deben estar en aquellos bosques. Si no me falla la memoria he publicado sobre Merlin, y la Leyenda de la Dama del Lago.
Gracias por el dato del Bosque Broceliande, veré si encuentro algo encantador para compartir.
Mis duendes te envían biquiños de sidrina 🙂
Amiga Verito, la amistad es un culto que se comparte. Así lo sentimos con el Oso. Besos y que se mejore tu perrita.
Hada Montse, has visto cuanta belleza nos rodea. Es gratificante dejar volar la fantasía, volver a la infancia. ¿Quién de pequeña no quiso ser una princesa?, me incluyo
Un beso enorme y abrazo para ti, y tu familia.
Mi querido Santiago, que bello lugar conociste la Cumbrecita!!!. Sabes de pequeña después que mi padre se volvió un ángel. Siempre con uno de los hermanos de mi madre íbamos a Córdoba de vacaciones. Esos bosques, y arroyos son mágicos para mí también.
septiembre 7, 2008 a las 8:42 am
graciassssssssssss, buen fin de semana para ti también!
marzo 5, 2009 a las 12:52 pm
ESTA MUY BUENO, YO TENGO MUCHO INTERES EN SABER TODA LA HISTORIA, PUES TRABAJO DE GUIA TURISTICO EN CHILE Y PROMUEVO MUCHO ESA ZONA DE COPAHUE Y CAVIAHUE,
GRACIAS.
MIGUEL.